miércoles, 24 de septiembre de 2014

El insólito peregrinaje de Harold Fry

Otra de las lecturas del recién acabado verano ha sido El insólito peregrinaje de Harold Fry, de Rebeca Joyce. La historia de un hombre que atraviesa caminando el Reino Unido para ir a visitar a una antigua amiga, a la que no ve desde hace más de veinte años, que se muere en una residencia. Sale de casa para enviarle una carta y, en lugar de eso, comienza andar para verla en persona. En ese viaje se encuentra con muchas personas que hacen de su marcha un movimiento, a su propio pesar y dolor. Pero en ese viaje Harold se descubre a si mismo y a su mujer, a la que ha dejado en casa sin explicaciones, también consigue perdonarle y reencontrale en su ausencia. Hay mucho dolor en la vida de Harold, dolor que llega desde su padre y desde su hijo.Las personas con las que se encuentra por el camino tienen también sus penas y, como él, encuentran formas de redimirlas o de vivir con ellas. 


Es una novela de reposo, de reflexión y una lectura que sorprende. Esta bien escrita, con las palabras precisas y la estructura adecuada que te permite seguir a los personajes. Los recuerdos están dosificados de tal forma que se van mostrando con más detalles según el peregrinaje avanza. La andadura de Harold a través del país es una andadura, sobre todo, interior y es en esa revelación en la que los hechos del pasado de su vida se van contando con mayor profundidad y verdad.

Si podéis darle una oportunidad. No creo que os defraude.

jueves, 4 de septiembre de 2014

El misterio de Pont-Aven

De vuelta en casa, he pensado que lo mejor para retomar el blog es hablar de las lecturas de estos días de desconexión.

Empezaré con El misterio de Pont-Aven, de Jean-Luc Bannalec. Es una novela policíaca; su protagonista es Georges Dupin,  un inspector parisino desterrado en la Bretaña francesa y con cierto aire a Poirot, es decir, peculiar, reflexivo, intuitivo... En cierto modo es una novela tipo Christie, con una trampa que me recuerda a los Diez negritos. 

Se lee con mucha facilidad; hay unas buenas descripciones de los escenarios y también se aprende cosas del movimiento impresionista, no en vano la excusa del asesinato de la novela es un cuadro de Paul Gauguin. También muestra el carácter bretón, que debe ser muy peculiar para los propios franceses, al menos así se muestra en el libro. Me ha hecho recordar una película francesa de hace unos años, Bienvenidos al norte. En definitiva una lectura relajada y que se disfruta mucho.

Mill in Pont-Aven, de Gauguin

Creo que ya esta a punto la segunda aventura de Dupin.