sábado, 21 de marzo de 2015

Alabanza a mi hermana

Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto comience a escribir poemas.
Le viene de su madre, que no escribía poemas,
y de su padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento a salvo:
nada impulsaría al marido de mi hermana a escribir poemas.
Y aunque suene como un poema de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se ocupa de escribir poemas.
En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos
ni nuevos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a cenar,
sé que no tiene intenciones de leerme poemas.
Hace magníficas sopas sin esfuerzo,
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.
En muchas familias nadie escribe poemas,
pero cuando lo hacen, rara vez es sólo una persona.
Algunas veces la poesía fluye en cascadas de generaciones
que ocasionan temibles corrientes en las relaciones familiares.
Mi hermana cultiva una prosa hablada decente,
pero toda su producción literaria está en tarjetas postales veraniegas
que prometen la misma cosa cada año:
que cuando vuelva me contará todo,
todo,
todo.


Wislawa Szymborska- Polonia

Hoy es el día de la poesía....espero que mañana también.

martes, 17 de marzo de 2015

Cervantes

Diálogo entre Babieca y Rocinante

B. ¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?
R. Porque nunca se come, y se trabaja.
B. Pues, ¿qué es de la cebada y de la paja?
R. No me deja mi amo ni un bocado.

B. Andá, señor, que estáis muy mal criado,
pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
R. Asno se es de la cuna a la mortaja.
¿Queréislo ver? Miraldo enamorado.

B. ¿Es necedad amar? R. No es gran prudencia.
B. Metafísico estáis. R. Es que no como.
B. Quejaos del escudero. R. No es bastante.

¿Cómo me he de quejar en mi dolencia,
si el amo y escudero o mayordomo
son tan rocines como Rocinante?

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Han hallado hoy a Cervantes, 
allí donde dicen que encontró su última morada.
En convento de Trinitarias, con ya placa colocada.
Dicen que es él, más no aseguran,
que delicados y pocos son los restos.
Evidencias de dientes, de plomo,
en inutilizada mano izquierda,
indican que de Saavedra huesos son.
¿Y para qué huesos queremos?
¿Acaso sus libros no leemos?

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Disculpar la poesía, no tan ingeniosa como yo pretendía.

jueves, 12 de marzo de 2015

Proyecto niebla

Os he comentado antes, en el post anterior sin ir más lejos, que las historias con viajes en el tiempo me gustan. Por eso me decidí a comprar este libro juvenil de un autor español. Se titula Proyecto niebla. Su acción transcurre en cuatro épocas: 1936, 1950, 2012 y 2089.  Como podéis suponer la trama de 1936 se centra en la Guerra Civil, en concreto en un Madrid ya desgastado. La situación de ese momento creo que está muy bien descrita por el autor, teniendo en cuenta el tipo de novela y la edad a la que se supone se dirige. Empezando por que el protagonista de esa época tiene 13 años.

La trama esta bien construida y es solida, se sostiene como la historia que Mercedes cuenta al psiquiatra del hospital en el 2012. A pesar de los saltos en el tiempo no he tenido la sensación de perderme en la historia, lo que es buena señal. Los personajes están bien construidos, sobre todo el creador de la posibilidad de viajar en el tiempo.


La sinopsis es:
Héctor es un muchacho durante la Guerra Civil. Y lo seguirá siendo en una época que no es la suya. Porque, sin saberlo, se ha tropezado con un plan secreto… a través del espacio-tiempo.
Londres, 2089. Un hombre visita una galería de arte y entre las imágenes se identifica a sí mismo. El problema es que se trata de una exposición de fotografías de la Guerra Civil española.
Madrid, 1936. Un brazalete, aunque sea robado, puede ser un regalo estupendo para una chica. A no ser que se trate de una joya muy poco común: de las que pueden cambiar tu futuro.
En las complejas redes del espacio-tiempo, se busca a un hombre por actos que todavía no ha cometido. Y en la época actual, una joven ingresada en un sanatorio asegura que sus recuerdos recientes pertenecen a una fecha muy lejana.
Nadie sabe lo que nos depara el mañana, pero ten siempre presente esta norma: si viajas en el tiempo, es peligroso reescribir la historia.

Con este libro creo que cumplo con la condición del #retotiluleo de "libro infantil/juvenil de más de 100 págs" (331, en mi edición)