martes, 15 de diciembre de 2020

Un cuarto propio, de Virgina Woolf

 Cierto es que la escritura de Virgina Woolf no es la más sencilla del mundo... Es una escritura farragosa, pero desde luego es una lectura necesaria. Todo lo que expone en este ensayo, conferencia que le dice ella, es tan real ahora como cuando se escribió hace casi 100 años. Y era tan real entonces como 200 años antes o más. Es decir, sigue siendo preciso decir alto -y algo más despejado de lo que lo hace Virgina- que las mujeres necesitan independencia económica para poder crear y que necesitan estructuras sociales para ello. 

El libro está brillantemente escrito, lleno de datos y de divagaciones, pero sobre todo está escrito con humor e ironía, a pesar del enfado que la escritora tenía sobre la situación de la mujer en la vida social en general y en la literatura en particular. Todo ello teniendo presente que ella misma pertenecía a una clase social acomodada y con posibles. 

Es un ensayo necesario de leer, si bien hay que hacerlo con la paciencia que Virgina Woolf reclama. 

La edición de horasyHORAS editorial es maravillosa y la traducción de M. Milagros Rivera Garretas es fantástica. 

"...(la mayor gloria de una mujer es que no se hable de ella, dijo Pericles, un hombre del que se hablaba mucho), y decía que en las mujeres la publicidad es detestable. El anonimato corre por sus venas."

"...el tener un cuarto propio, por no decir un cuarto tranquilo o un cuarto a prueba de ruidos, era impensable incluso a principios del siglo XIX, a o ser que su familia de origen fuera excepcionalmente rica o muy noble (...) A ella, el mundo no le dijo como a él: Escribe si quieres, me es indiferente. El mundo le dijo, con una risotada: ¿Escribir? ¿Qué hay de bueno en tu escritura?"

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