El libro está brillantemente escrito, lleno de datos y de divagaciones, pero sobre todo está escrito con humor e ironía, a pesar del enfado que la escritora tenía sobre la situación de la mujer en la vida social en general y en la literatura en particular. Todo ello teniendo presente que ella misma pertenecía a una clase social acomodada y con posibles.
Es un ensayo necesario de leer, si bien hay que hacerlo con la paciencia que Virgina Woolf reclama.
La edición de horasyHORAS editorial es maravillosa y la traducción de M. Milagros Rivera Garretas es fantástica.
"...(la mayor gloria de una mujer es que no se hable de ella, dijo Pericles, un hombre del que se hablaba mucho), y decía que en las mujeres la publicidad es detestable. El anonimato corre por sus venas."
"...el tener un cuarto propio, por no decir un cuarto tranquilo o un cuarto a prueba de ruidos, era impensable incluso a principios del siglo XIX, a o ser que su familia de origen fuera excepcionalmente rica o muy noble (...) A ella, el mundo no le dijo como a él: Escribe si quieres, me es indiferente. El mundo le dijo, con una risotada: ¿Escribir? ¿Qué hay de bueno en tu escritura?"
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