Hace unos días hice unas magdalenas siguiendo una receta de Donna Hay (en el minuto 2:21 comienza la receta de las magdalenas de arándanos). Lo malo es que al apuntarla olvidé incluir leche y quedaron algo secas. Pero para no desperdiciarlas (en la cocina eso no se hace) he decidido aprovecharlas como base de una tarta de queso.
Use las magdalenas bien deshechas y las mezclé con mantequilla para hacer la base de la tarta. Una vez lo hemos distribuido por la base del molde intentando que quede liso, se mete un rato a la nevera.
Mientras hacemos la mezcla de queso con un paquete de queso de untar, un sobre de cuajada y un bote de nata; añadí un poco de azúcar, no mucha por que las magdalenas ya la llevaban. Todo esto a la batidora y luego al fuego sin dejar de remover hasta que espese.
Luego se vierte la mezcla sobre la base y se deja a temperatura ambiente hasta que se enfrié un poco. Luego otro rato a la nevera.
Lo más habitual es poner encima una capa de mermelada -de fresas, de arándanos...- pero yo la he dejado en blanco para que cada uno se eché lo que quiera. En la foto he puesto un poco de sirope de chocolate.
Yo he usado las magdalenas fallidas -que una vez conseguida la receta con todos los ingredientes, volveré a hacer- pero lo más normal es usar galletas desmenuzadas.
No hay mal que por bien no venga, seguro que esa tarta de queso es deliciosa.
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