Seguro que todas conocemos el mito de Narciso, el bellísimo joven del que todas las doncellas se enamoraban y a las que él rechazaba, una tras otras. Rechazo incluso a la ninfa Eco -cuyo castigo por ofender a Hera fue no poder decir nada más que las últimas sílabas que le dijeran-. Sin embargo el rechazo la llevo a la soledad de una cueva, donde se consumió hasta que sólo quedó su voz. Pero otra diosa, Némesis, hizo pagar a Narciso tal desdén y, a orillas de un río, el joven se enamoró de su propio reflejo de tal forma que no pudo moverse y se convirtió en una planta, cuyas flores parecen estar inclinadas mirándose en algún espejo.
Pero la realidad es que son un bulbo y que en el super donde hago la compra de la semana los tenían a buen precio. Se han venido a casa para darle un toque de amarillo primaveral a la decoración.
Me gustan por el aire silvestre que tienen!!
ResponderEliminarUn abrazo
me encantan Isthar, aunque mis preferidas son los nardos, que ya empiezan a decaer porque son más de invierno. Saludos y enhorabuena siempre por tu blog.
ResponderEliminarA mi casa esta semana ha llegado una gerbera. Muy chulos los narcisos.
ResponderEliminarPor ahora me animo con los bulbos, las plantas con flor se me mueren enseguida. No tengo eso que llaman dedo verde.
ResponderEliminarBesos
Me identifico totalmente contigo. Ya me gustaría que mis plantas lucieran hermosas, pero por mucho que lo intente... no hay manera!
EliminarPues fíjate que no sabía como eran los narcisos, mi desconocimiento sobre el mundo floral no conoce límites :(.
ResponderEliminarEstan muy lindos, no los habia visto antes!
ResponderEliminarMe gustaron mucho, se ven muy frescas.
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