Aviso: la entrada es larga.
Hace unos días una compañera de la blogsfera me entrego un Liebster Award, una mención a blogs con menos de doscientos seguidores. Tenía que contestar a once preguntas, mencionar a otros once blogs o páginas de facebook con ese tope de seguidores y formular otras once preguntas para que ellos, a su vez, las respondieran. Las preguntas que a mí me proponían intento contestarla en esta entrada.
Abrí
el blog en enero de 2009. Un 19 de enero. El otro día ha cumplido cuatro años y
no le he insertado ni una magdalena de cumpleaños. Y sin embargo, me ha
proporcionado ratos agradables, momentos de desahogo, me ha presentado a
personas estupendas y me ha permitido explorar mi parte más artesanal.
Quise
tener el blog como una forma de probarme a mí misma si podría hacerlo, ser
constante, mantenerlo, ir aprendiendo cosas nuevas y no desligarme de las
nuevas tecnologías.
Es
cierto que no tengo mucho de eso que llaman seguidores -y que yo también soy- pero
no es algo que me preocupe. Me gustan más los comentarios y poder comunicarme. Sé
que otros blogs tienen cientos, miles de seguidores y visitas, y otros pocos
seguidores y visitas. Lo importante no es eso, sino la oportunidad que te dan
las personas que los llevan de aprender y ver otros aspectos del mundo, de ser
abiertos. Me gusta sobre todo pinchar en los blogs que otros blogs tienen en su
lista, siempre es un viaje a destinos desconocidos.
Claro
que tengo mis preferencias -que se generan vaya usted a saber por qué- en mis
imprescindibles; especialmente Anita, Démo. Mrs. Allnut y Hannah; las Sisters y
Deluxe aunque ya no publiquen. Y me gustan por que transmiten sinceridad,
naturalidad y simpatía; y porque les escribo y me leen como amigas.
Eso
es algo que me ha aportado el blog, comunicarme con otras personas, a veces con
circunstancias parecidas a las mías, a veces con vivencias muy diferentes. He
podido desahogarme en algunos malos momentos y he querido transmitir también mi
apoyo en los suyos. He aprendido a atreverme con el pan, con patrones en inglés, con agujas circulares, con el bordado, con la moda -menos, pero estoy progresando-...
No soy una gurú de
estilo, para nada, me gusta lo que creo que me sienta bien, pero reconozco que
no soy arriesgada en estampados o tacones imposibles. Me gustan mucho los
vestidos, pero en el día a día soy de pantalones. A veces me compró prendas que me han encantado en el probador y luego no tengo el momento para ponérmelas -ese es uno de mis eternos propósitos-.
No suelo comprar en
tiendas de segunda mano; no hay muchas por donde yo me muevo. Me gustan Mango,
Sfera y Zara.
Sobre prendas
especiales de mi armario. ¿Aparte del vestido de
novia? Me gusta mucho un jersey que hice
yo cuando, gracias al blog vía Démo, redescubrí la calceta y me adentré en el
mundo de las agujas circulares y los patrones en inglés. También tengo especial
cariño a la enagua-combinación de mi traje de comunión y que, a veces en
verano, uso de camisón.
Esta mención me ha dado dos cosas estupendas: el
agradecimiento a Norma por acordarse de mí y la posibilidad
de escribir todas estas cuestiones en la semana que mi pequeño espacio cumple
cuatro años. Gracias a todas por estar ahí, en algún momento.
Voy a romper la cadena -perdón Norma-, pero me gustaría hacer una sola pregunta a quien la quiera contestar:
¿Se puede tener un blog sin un sólo seguidor? El libro existe aunque no se lea pero, ¿si no se lee sigue siendo una historia?